Y es así como te levantás un día, y zás!...
hacés tu propia revolución.
No por considerarte fiel seguidor del Che Guevara,
sino porque ahora sí,
que no te quedan más opciones,
que empezar a seguirte a vos mismo.
Y ahí cambia todo,
(la procesión va por dentro, dicen)
reflexión con reflexión se paga